Esta pandemia pone de manifiesto no solo el desmantelamiento que viene sufriendo tanto la salud publica, la educación, como el empobrecimiento de la propia vida, que se agravan a medida que pasan las horas en tiempos de pandemia y cuarentena.
Además se nos suma la ya conocida represión policial, ante cada respuesta de organización vecinal y que hoy y ahora con el despliegue de fuerzas policiales y militares campan a sus anchas por los barrios, con una profunda vigilancia y control social.
Esta situación agrava con el impedimento al trabajo diario que sumerge al conjunto de la población a una economía sumergida, como los vendedores ambulantes, limpiezas por horas , los cuidados, el cartoneo ( recolección del cartón para la venta), todo un sector social expulsado a vivir en los margenes, en las villas miserias, en trabajos mal remunerados y sin aportes jubilatorios, que ahora se agudiza dificultando la subsistencia.
Nuestros barrios vienen de construcciones y de luchas para el sostenimiento de la vida digna; como la mejora de las calles, las luchas por las tierras, las cloacas, él agua corriente, la electricidad, el gas, y donde las madres y abuelas de la plaza de mayo se organizaban para finalmente derrocar a una dictadura ,ya debilitada.
Hoy, como ayer , el vecindario se AUTO-ORGANIZA, para frenar el hambre , a través de las ollas populares; que nacen como herramienta de resistencia política y combatir el hambre de la hiperinflación, en los comienzos “democráticos”, de Alfonsín, en la batalla contra el gatillo fácil, en Ingeniero Budge, donde los vecinos hacían “guardias” en las esquinas al calor del fuego, esperando a lxs chicxs a la vuelvan a casa y no caigan en redadas policiales.
En los de piquetes de los años 90, en reclamo por planes de trabajo y un seguro al desempleo,como el reparto de las horas de trabajo sin afectar al salario.
La olla siempre como aliada, porque se entiende con claridad que el sistema capitalista/colonial, como los gobiernos que los representan no dieron,ni darán respuestas al conjunto de las clases trabajadoras de los barrios más empobrecidos por sus políticas neo liberales- neo coloniales de explotación y miseria.
Con las herramientas y las convicciones que tienen nuestros pueblos para la auto-organización de base y de clase en defensa de la vida digna,darán la batalla política para sacar adelante el barrio y la vida, porque la cuarentena en esta coyuntura es un privilegio de las clase.
Nosotras de este lado del atlántico, organizadas en MAREA VERDE VALENCIA; queremos seguir accionando en un grito constante y sonante desde la solidaridad a nuestros barrios, por ello lanzamos un BONO-CONTRIBUCIÓN para apelar a la solidaridad política entre pueblos, y a la construcción de lazos comunitarios en defensa de la vida.
Hoy el sostenimiento de los comederos y ollas populares también pasa por el compromiso de este lado del atlántico.
“La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”.
Eduardo Galeano
Marea Verde Valencia
Contacto: mareaverdevlc@gmail.com
Julio 2020